De los 4.3 millones de casos de niños reportados con COVID-19 en los Estados Unidos para el 5 de agosto del 2021, 519 habían muerto por el virus, incluyendo 346 niños de 5 a 17 y 173 de 4 años o menores. Algunos niños desarrollaron una condición seria llamada el síndrome inflamatorio (MIS-C, por sus siglas en inglés). De los 4.404 casos con el diagnóstico de MIS-C, 37 fallecieron. Las personas que descuentan al COVID-19 como un problema en los niños no están prestando atención. El aumento reciente de casos ha sido el más alto desde febrero con tendencias al alza en las últimas semanas. Pero vivas donde vivas, hay cosas que puedes hacer para proteger a tu hijo del COVID-19 durante el regreso a la escuela.
Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) sólo en la semana del 9 de agosto se hospitalizaron 1,900 niños por COVID-19, principalmente en el sur de los Estados Unidos y se reportaron más de 121,000 casos nuevos de esta infección en los niños para el 12 de agosto. Esto representó el 18% de todos los casos, de acuerdo con la Academia Americana de Pediatría que reportó que la semana anterior los niños habían constituido sólo el 15%.
La incidencia de casos de COVID-19 está aumentando en los adultos y en los niños a raíz de la variante Delta que es mucho más contagiosa. Esto en un país en donde el 58.2% ha recibido al menos una dosis de la vacuna y el 49.9% ha completado sus vacunas.
Y aunque la muerte de cualquier niño es una tragedia, para poner en perspectiva esta pandemia, los CDC calculan que durante el año escolar de 2018-19 hubo 480 muertes a causa de la influenza o gripe (flu). La causa principal de muerte en los chicos de 1 a 19 años son los accidentes, representando 12,000 al año: 4,000 por accidentes automovilísticos, 900 por ahogamientos y 761 por envenenamientos accidentales o sobredosis.
No hay duda que para muchas familias y para muchos chicos, la escuela “virtual” ha sido un gran esfuerzo. Por un lado, ha forzado a muchas madres a dejar de trabajar, a hacer arreglos para trabajar desde la casa o conseguir a alguien que cuide a los niños durante el día, y ha dejado a muchos niños tratando de aprender. Lo que no hay duda es que la pandemia ha aumentado las desigualdades en la educación. Los estudios han demostrado que los estudiantes de bajos ingresos han tenido menos crecimiento académico comparado con sus compañeros.
De acuerdo con los expertos en salud mental, varios estudios muestran que la pandemia ha afectado la salud mental de los niños. Y hallazgos recientes reportados por McKinsey & Company muestran que los estudiantes se retrasaron de cuatro a siete meses en matemáticas y lectura comparado con estudiantes similares en 2019.
Para agosto 8 de 2021 se habían reportado 4,322.937 muertes a nivel mundial; 634.400 muertes sólo en Estados Unidos.
Julie Swann, una ingeniera de sistemas de salud de la North Carolina State University, publicó un reporte recientemente que planteó diferentes escenarios para la reapertura de la escuela. Si no se usan máscaras en las escuelas, un 70% adicional de los niños podrían infectarse con el virus en tres meses.
Si se requiere el uso de máscaras en todas las escuelas, pero no hay otras estrategias de mitigación, estimó que el 40% de los estudiantes de la escuela primaria se infectarían en tres meses.
Pero si la mitad de los niños llega a la escuela con algún tipo de protección contra el COVID-19, ya sea de vacunas o de una infección previa, su modelo predice que hasta el 25% de los otros niños se infectarían, si todos usan máscaras.
Y en las escuelas que implementan tanto las pruebas del COVID-19 semanales como el uso de máscaras, como lo hacen las del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, California, es probable que sólo un 20% de los estudiantes se infectarían.
Por lo tanto, las estrategias del uso de máscaras y de mitigación reducen significativamente (hasta en un 50%) el riesgo para los estudiantes, aunque no pueden eliminarlo. Aún así, Swann dijo que las escuelas deberían seguir abriendo, siempre y cuando esas medidas estén vigentes. Incrementar las pruebas de los estudiantes y el personal, así como de la comunidad en general, también ayudaría a frenar la propagación del virus.
¿Qué recomiendan los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades en las Escuelas?
Los CDC recomiendan que todos los maestros, los empleados, los estudiantes y los visitantes de las escuelas, independientemente de si están vacunados o no, usen máscaras. La meta es la optimizar la seguridad y de permitir que los niños regresen a la escuela a estudiar en persona a tiempo completo.
Con el fin de ayudar a prevenir la transmisión durante los deportes escolares, la Academia de Pediatría y la Sociedad Médica Americana de Medicina Deportiva publicaron recomendaciones para los médicos para actualizar los formularios necesarios para los exámenes físicos y escolares. Esto fue en respuesta a la administración del presidente Biden, que había hecho un llamado a los pediatras para que incorporaran las vacunas del COVID-19 en sus exámenes del regreso a la escuela, debido a las bajas tasas de vacunación entre los jóvenes. También motivó a las escuelas a tener clínicas de vacunación.
Otras precauciones que ayudan son las de mantener a los estudiantes a un mínimo de tres pies de distancia en la clase, mantenerlos en grupos separados, fomentar el lavado de manos, hacer pruebas periódicamente, y el aislamiento cuando se identifica que alguien desarrolla la infección. La administración ha asignado $122 mil millones de dólares para ayudar a los distritos escolares a lograr estas medidas de salud y seguridad, y los DCD han proporcionado $10 mil millones de dólares para ayudar a que se realicen las pruebas necesarias para los maestros, los estudiantes y los empleados.
¿Qué se puede hacer para disminuir el riesgo en los niños fuera de la escuela?
Lo más importante es que todos los que califican en la familia (a partir de los 12 años en este momento) se vacunen. Eso disminuye el riesgo de que el niño se contagie en casa y de que, si el niño se contagia en la escuela, se lo pase a otros familiares. También es importante que todos se pongan la vacuna contra la influenza (gripe o flu) este otoño.
Además, es importante, que todos sigan las otras recomendaciones de mitigación para evitar contraer la variante Delta del COVID-19 que es mucho más contagiosa que la original. Si alguien tiene síntomas, es importante hacerse la prueba del COVID-19 y permanecer en casa para evitar propagar la infección.
¿Qué puedes hacer como padre en los lugares en donde no hay políticas específicas para el uso de máscaras en las escuelas?
Los padres que quieren proteger a sus hijos deben enviarlos a la escuela con máscara. Todos los niños a partir de los 2 años deben usar una máscara para ayudar a reducir su riesgo de contraer el virus del COVID-19. La incidencia de COVID-19 ha ido en aumento en los niños. Se ha reportado en niños de 10 días de nacidos, varios están en cuidados intensivos y varios han muerto. La infección por este virus puede ser muy peligrosa en los niños también.
Desgraciadamente el virus nos está enseñando por un lado la eficiencia de las vacunas, ya que las personas vacunas tienen una protección muy importante en contra de desarrollar una infección severa, de hospitalización y de muerte. Y, por el otro lado, cómo el hecho de que muchas personas que tienen oportunidad de vacunarse no se vacunan y otras personas en los países en donde no tienen suficientes vacunas o no tienen vacunas no se han vacunado, le han permitido al virus del COVID-19 desarrollar variantes como la variante Delta.
Este es un problema terrible para todos ya que si el virus continúa cambiando (que es lo que seguirá haciendo mientras se siga multiplicando al pasar de una persona a otra), y seguirá formando variantes que podrían ser cada vez más peligrosas. Esto hará que la pandemia sea más difícil de controlar, ya que nuevas variantes podrían ser más contagiosas, mas graves, más mortales y podrían dejar de responder a la vacuna.
El Papa Francisco dijo a principios de año, cuando él se puso la vacuna contra el COVID-19, que lo consideraba como una obligación ética que salvaba vidas y que el no hacerlo era suicida. Creo que es importante unir nuestros esfuerzos para luchar contra el virus, y dejar a un lado la política y la desinformación, para combatir al verdadero enemigo: el virus. Si tienes dudas consulta a tu médico.