MANIFESTANDO SU GLORIA

En la actualidad tenemos la posibilidad de tener comunicación con personas de cualquier parte del mundo. Lo que antes hubiese resultado imposible, como por ejemplo tener una charla en conjunto con gente que se encuentra a miles de kilómetros de distancia una de la otra, ahora es posible gracias a la tecnología.

Sin embargo, vemos que no todo es positivo; existen otras consecuencias que no resultan tan beneficiosas como la que mencioné anteriormente. Una vez escuché decir que las redes sociales: “acercan a los que están lejos, pero aleja a los que están cerca”.

Y vemos que eso se cumple cuando muchas veces no estamos del todo presentes en una conversación con nuestro próximo inmediato por estar entretenidos con algún audio o atentos a un video que recibimos en nuestro celular o computadora.                             Deseamos que nuestros seres queridos no nos interrumpan porque estamos disfrutando de algo interesante que recibimos por estar conectados en internet.

Este último tiempo me ha hecho reflexionar sobre estas y otras actitudes en mi propia vida. Creo que es un momento que nos invita a hacer una pausa y a estar atentos en lo que el Señor está haciendo, a permanecer callados escuchando Su voz y con nuestra lámpara encendida como aquellas vírgenes de la parábola que menciona nuestro Señor en Mateo 25: 1 al 13.                                       Por eso debemos clamar a nuestro ayudador, el Espíritu Santo que nos guíe a toda Verdad, para que podamos ser luz y bendición en estos tiempos de tanto temor e incertidumbre. Somos hechuras suyas y hemos sido creado para buenas obras que preparó de antemano, como dice Su Palabra en Efesios 2:10.

Ahora es cuando debemos pedirle un mayor entendimiento para manejarnos con sabiduría bajo estas circunstancias, pero también es tiempo de actuar, de no callar.

También de orar y velar para estar más “conectados con las cosas de arriba” y así cumplir con el Propósito eterno para el cual hemos sido creados.

Es mi deseo que podamos aprovechar cada oportunidad que el Señor nos brinda para hablar a otros de esa Salvación tan grande que está disponible para todos los que acepten a Jesús como su Señor y Salvador