Juan 8:42 Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.
8:43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra.
8:44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
8:45 Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis.
8:46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?
8:47 El que es de Dios, la palabra de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.
El libro de estrategia “El Arte de la Guerra”, se le atribuye al general chino Sun Tzu quien vivió en el siglo 6 a.C. Este libro se ha usado durante cientos de años tanto por militares como por líderes políticos, reyes, administradores de empresas, deportistas, entre muchos otros.
Lo que escribió este hombre puede ponernos en alerta a los creyentes; entre muchas cosas él decía: “Toda guerra se basa en el ENGAÑO. Por eso, cuando podamos atacar, debemos parecer incapaces; cuando usemos nuestras fuerzas, debemos parecer inactivos; cuando estemos cerca, debemos hacer que el enemigo crea que estamos lejos; cuando estamos lejos, que crea que estamos cerca”.
Esto no es nada nuevo, en la guerra espiritual Satanás también utiliza el ENGAÑO contra nosotros. Y esto está presente desde el primer pecado, el cual fue resultado de una mentira del enemigo. Observa lo que dijo Pablo: “Pero me temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, de alguna manera los pensamientos de ustedes se hayan extraviado de la sencillez y la pureza que deben a Cristo” (2 Co. 11:3).
Nuestro Señor también nos hace una advertencia muy seria con respecto a nuestro enemigo Satanás, el padre de las mentiras (Juan 8:44), y quien siempre busca engañarnos.
Pero entonces, ¿cómo defendernos? Llenando nuestro corazón cada día con la verdad de la Palabra de Dios. Solamente la verdad inspirada y divina puede protegernos de los engaños del enemigo.
Nuestra estrategia a diferencia de la de nuestro enemigo, está basada en la verdad, la cual encontramos en la Palabra de Dios (Juan 8:32).
¡Cuidado!, el engaño puede llevarnos a un camino oscuro difícil de transitar, mejor escojamos la verdad en nuestra vida.
HG/MD
El apóstol recomienda… “Ustedes son de su padre el diablo, y quieren satisfacer los deseos de su padre. Él era homicida desde el principio y no se basaba en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de lo suyo propio habla porque es mentiroso y padre de mentira” (Juan 8:44).
Hno. Gunder.