UN CORAZÓN ALEGRE

Proverbios 17:17 En todo tiempo ama el amigo, 
Y es como un hermano en tiempo de angustia.
17:18 El hombre falto de entendimiento presta fianzas, 
Y sale por fiador en presencia de su amigo. 
17:19 El que ama la disputa, ama la transgresión; 
Y el que abre demasiado la puerta busca su ruina. 
17:20 El perverso de corazón nunca hallará el bien, 
Y el que revuelve con su lengua caerá en el mal. 
17:21 El que engendra al insensato, para su tristeza lo engendra; 
Y el padre del necio no se alegrará. 
17:22 El corazón alegre constituye buen remedio; 
Mas el espíritu triste seca los huesos. 

Hoy día son bien conocidos los beneficios de la risa: ayuda con el insomnio, fortalece los pulmones, baja temporalmente la velocidad de la respiración, para muchos tiene efectos rejuvenecedores en la piel por su efecto tonificante y antiarrugas al reducir la tensión muscular.  Algunos médicos aseguran que reír es como un “trotar interno” por sus beneficios cardiovasculares.

El sabio Salomón lo escribió de manera muy poética en Proverbios 17:22: “El corazón alegre mejora la salud, pero un espíritu abatido seca los huesos”.

Un médico quien también es creyente, llegó a las siguientes conclusiones: “Un buen sentido del humor constante, sobre todo combinado con otros recursos internos como la fe y el optimismo, parecen tener una fuerza poderosa para tener buena salud”.

Si esto es así, entonces los creyentes deberíamos beneficiarnos de la risa, ya que tenemos la mayor de las razones para sentirnos gozosos.  Nuestra fe está firmemente arraigada en Dios, y la seguridad que tenemos gracias a esa fe, es la clave para el optimismo que debe caracterizarnos como creyentes.

No temamos disfrutar de una carcajada ya que es una buena medicina. Una sonrisa sincera comunica a otros el gozo que Jesús trajo a nuestro corazón.

Sigamos el consejo del sabio Salomón… “El corazón alegre mejora la salud, pero un espíritu abatido seca los huesos” (Proverbios 17:22)

Hno. Gunder.