Jeremías 29:1 Estas son las palabras de la carta que el profeta Jeremías envió de Jerusalén a los ancianos que habían quedado de los que fueron transportados, y a los sacerdotes y profetas y a todo el pueblo que Nabucodonosor llevó cautivo de Jerusalén a Babilonia
29:2 (después que salió el rey Jeconías, la reina, los del palacio, los príncipes de Judá y de Jerusalén, los artífices y los ingenieros de Jerusalén),
29:3 por mano de Elasa hijo de Safán y de Gemarías hijo de Hilcías, a quienes envió Sedequías rey de Judá a Babilonia, a Nabucodonosor rey de Babilonia. Decía:
29:4 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, a todos los de la cautividad que hice transportar de Jerusalén a Babilonia:
¡Es impresionante! Esas fueron las palabras que vinieron a mi mente en ese momento, pero el camino que seguí para poder decirlo, realmente fue en extremo desafiante en todo sentido.
Se trataba de una invitación de algunos amigos para caminar por el sendero de un bosque tropical en un parque nacional, con una temperatura de 34°C (93.2 °F), la humedad cercana al 100%, y una duración de 3 horas.
El sendero era un camino serpenteante y angosto totalmente cuesta arriba; caminar a través de una selva tropical es una experiencia única, fueron varias las veces a lo largo del camino que dudé de la sabiduría de mis amigos al elegir el sendero. Era muy difícil y rápidamente quedamos exhaustos, por un momento no creí poder lograrlo. Sin embargo, cuando llegamos al área del puesto de observación y las nubes se disiparon por un momento, revelaron una vista asombrosa, tuve que admitir para mis adentros que mis amigos sí sabían lo que estaban haciendo.
¿Saben amigos(as)?… Cuando los judíos fueron llevados cautivos por los babilonios y obligados a vivir en el exilio en Babilonia, ellos también debieron haber cuestionado la sabiduría del plan de Dios. Sin embargo, Él respondió con esta promesa: “Porque yo sé los planes que tengo acerca de ustedes, dice el Señor, planes de bienestar y no de mal, para darles porvenir y esperanza” (Jer. 29:11).
Quizás te hayas preguntado: ¿Realmente Dios sabe lo que está haciendo? Estás pasando por una enfermedad grave, tu pareja te ha dejado, no lograrás aprobar el curso, o te quedaste sin trabajo y estás listo para rendirte. Detente por un segundo y mira hacia atrás, recuerda aquellos momentos de desafío y mira cuán lejos has llegado. Dios siempre ha estado a tu lado y sabe lo que está haciendo.
Esta fue una verdad ayer y lo sigue siendo hoy. Dios sabe lo que está haciendo. Puedes confiar en Él. Ánimo, Dios siempre está a tu lado, levántate y sigue caminando.
Tu estas en la mente de Dios… “Porque yo sé los planes que tengo acerca de ustedes, dice el Señor, planes de bienestar y no de mal, para darles porvenir y esperanza” (Jer. 29:11).
Hno. Gunder.