ARTISTAS

Colosenses 3:8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas
cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de
vuestra boca.
3:9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo
hombre con sus hechos,
3:10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo
creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,
3:11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión,
bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en
todos.
3:12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de
entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de
mansedumbre, de paciencia;
3:13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si
alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os
perdonó, así también hacedlo vosotros.
Vicent Van Gogh trajo un espejo y usó su propia semejanza en
muchas de sus pinturas. Rembrandt también se usó a sí mismo
como modelo, completando casi 100 autorretratos. Estos artistas
tenían un buen ejemplo, el de Dios mismo, quien usó Su propia
semejanza como el patrón para la joya de la corona de Su creación
(Gen. 1:27).
Henry Ward Beecher, el famoso clérigo del siglo 19, dijo, “Todo
artista sumerge su pincel en su propia alma, y pinta su propia
naturaleza en sus cuadros.” En todo lo que creamos – obras de
arte, música, literatura, incluso nuestros hijos – se revela un
poquito de nosotros. Lo mismo ocurre con Dios; cada uno de
nosotros revela un poquito de Él. Puede que la imagen esté
empañada, pero siempre está allí y siempre puede repararse. Sin
embargo, los cambios superficiales no arreglarán lo que está mal
con nosotros. La ropa, los cosméticos, y los procedimientos
quirúrgicos pueden hacer que nos veamos como los demás, no
como la obra maestra única que Dios nos diseñó para ser.
Necesitamos un “yo” totalmente nuevo (Col. 3:10), que se renueve
en Su imagen y que se vista con el guardarropa de la misericordia,
la amabilidad, la humildad, la mansedumbre y resignación. (v. 12).
Para mejorar la imagen de tu “yo”, enciende el carácter de Dios y
exhibe Su imagen en toda Su gloria.
Tarea: Menos “yo” y más “Él” … Esfuérzate por mostrar más la
imagen de Dios en ti.

Hno. Gunder.