UNA FALSA PAZ ESPIRITUAL

Jeremías 2:1  Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
2:2 Anda y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice
Jehová: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del
amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el
desierto, en tierra no sembrada.
2:3 Santo era Israel a Jehová, primicias de sus nuevos frutos.
Todos los que le devoraban eran culpables; mal venía sobre ellos,
dice Jehová.
2:4 Oíd la palabra de Jehová, casa de Jacob, y todas las familias
de la casa de Israel.
2:5 Así dijo Jehová: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres,
que se alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad y se hicieron
vanos?
2:6 Y no dijeron: ¿Dónde está Jehová, que nos hizo subir de la
tierra de Egipto, que nos condujo por el desierto, por una tierra
desierta y despoblada, por tierra seca y de sombra de muerte, por
una tierra por la cual no pasó varón, ni allí habitó hombre?
2:7 Y os introduje en tierra de abundancia, para que comieseis su
fruto y su bien; pero entrasteis y contaminasteis mi tierra, e
hicisteis abominable mi heredad.
Aunque muchas personas siguen acudiendo a Cristo como único
medio para obtener perdón y salvación, cada día otro gran número
de personas, rechaza a Jesús y busca la paz espiritual utilizando
otros medios.
Actualmente, nuestro mundo occidental está siendo bombardeado
por filosofías orientales, dentro de las que se encuentran el
budismo o el hinduismo, entre otras.  Estas filosofías utilizan
disfraces de clases de auto superación, seminarios para
encontrarse a uno mismo, grupos para “salvar” el planeta y
reuniones organizadas por seguidores de la Nueva Era, para
mencionar algunos.  Sin embargo, lo que está detrás de todo esto,
son actividades místicas y diabólicas (2 Timoteo 4:3), que llegan
inclusive al final de todo el proceso, a la adoración de deidades
paganas (Efesios 4:14).  Algunos de estos grupos usan pasajes de
la Biblia fuera de contexto, y hasta mencionan el nombre de Jesús
con el fin de tratar de hallar apoyo a sus ideas equivocadas, pero
ninguna de estas seudo religiones, indica que Jesús sea la única
forma de obtener salvación.
En nuestra lectura bíblica, leímos que en los días de Jeremías
muchos israelitas se habían alejado de Dios y se habían adaptado
a creencias religiosas paganas de su época, por cierto, muy

similares a las de las Nueva Era.  Jeremías lo explica de la
siguiente manera: “Me han abandonado a mí, que soy fuente de
aguas vivas, y han cavado para sí cisternas, cisternas rotas que no
retienen el agua”.
Tanto los dioses del tiempo de Jeremías como los de la Nueva Era,
no valen nada, no tienen poder, no están vivos, no pueden apagar
realmente la sed que tienen las almas de quienes los buscan, no
pueden perdonar pecados, ni pueden asegurarnos el cielo; tan sólo
alguien puede hacer eso y se llama: Jesús.
Solamente Jesús tiene agua viva, sólo Él puede apagar tu sed
espiritual.
Cuéntales a otros sobre Jesús, para que también puedan beber del
agua viva verdadera.
Pero tengamos muy presente la advertencia del profeta… “Porque
dos males han hecho mi pueblo: Me han abandonado a mí, que soy
fuente de aguas vivas, y han cavado para sí cisternas, cisternas
rotas que no retienen el agua” (Jeremías 2:13).

Hno. Gunder.