
Mateo 23:8 Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque
uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos.
23:9 Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es
vuestro Padre, el que está en los cielos.
23:10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro,
el Cristo.
23:11 El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo.
23:12 Porque el que se enaltece será humillado, y el que se
humilla será enaltecido.
23:13 Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque
cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni
entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.
En medio de estas declaraciones tan directas en contra de estos
malos líderes religiosos, nos encontramos con estos versículos
que son como un oasis en el desierto o el ojo del huracán, Jesús
hace un llamado a la humildad.
No es el título de Rabí (Maestro) lo que Jesús condena, pues
dentro de los dones del espíritu está presente: “Él mismo
constituyó a unos…” (Ef.4:11), sino el orgullo y la ostentación que
siempre serán una tentación para los que tienen el privilegio de
enseñar a otros. Les recuerda la máxima, de que tenemos en
verdad un sólo maestro del cual fluye toda sabiduría, nosotros tan
sólo somos un instrumento en las manos del Señor, y como
hermanos tenemos la responsabilidad de ayudarnos unos a otros.
Jesús también nos recuerda con respecto a nuestro Padre, que es
nuestro creador y del cual proviene toda vida.
Anteriormente el Señor nos recuerda, que debemos dirigirnos a Él
en nuestras oraciones (Mateo 6:9). Nuestro Señor termina
aconsejándonos sobre la importancia de ser un siervo hacia los
demás, esto es algo que Él repite continuamente y es porque sabe
que en verdad es necesario que lo tengamos presente.
También nos recuerda las consecuencias, “el que a sí mismo se
enaltece será humillado”, más “el que se humilla será enaltecido”.
Amigos (as) … El servicio es el camino trazado para los seguidores
de Cristo, y por lo tanto debes estar dispuesto a ser un siervo (a)
de tus semejantes. Jesús no nos pide hacer algo que Él no haya
estado dispuesto a hacer, durante su estancia terrenal.
Él demostró lo que un hombre comprometido con el servicio
puede hacer. Y fue obediente, aunque sabía que su camino lo
llevaría a la cruz.
Jesús nos enseña y nos da ejemplo de servicio: “Porque el que a sí
mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será
enaltecido” Mateo 23:12.
Hno. Gunder