CONFUCIONES DE PELICULA

Santiago 4: 5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría,
pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y
le será dada.
1:6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es
semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y
echada de una parte a otra.
1:7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del
Señor.
1:8 El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus
caminos.
1:9 El hermano que es de humilde condición, gloríese en su
exaltación;
1:10 pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como
la flor de la hierba.
Hace ya bastantes años que la industria del cine, sorprendió con
una producción de terror que impactó a muchos por su contenido,
e incluso su impacto se hizo sentir en las iglesias; la película se
llamaba: El Exorcista. Por las imágenes e ideas que se difundieron
por medio de la historia, se dio la impresión de que Satanás tiene
un poder que rivaliza con el de Dios.
Pero, ¿será esto correcto?  Por supuesto que no, Dios es el
Creador de todo, incluidos los demonios; estos por lo tanto tan
sólo son seres creados, sólo hay un Todopoderoso: Dios.
Para muchos es sencillo echarle la culpa al diablo cuando las
cosas salen mal.  Aunque Satanás es el padre de la mentira y el
incitador principal de la maldad, no debemos pensar que
carecemos de poder contra él.  La Biblia nos dice que en los
creyentes mora uno que es superior a Satanás: “Hijitos, ustedes
son de Dios, y los han vencido, porque el que está en ustedes es
mayor que el que está en el mundo” (1°Juan 4:4), el Espíritu Santo
mora en nosotros (1°Cor. 3:16).
Los creyentes tenemos un papel que desempeñar en la batalla
contra el enemigo: “Sométanse, pues, a Dios. Resistan al diablo, y
él huirá de ustedes” (Santiago 4:7) ¿Cómo lo hacemos?
Sometiéndonos a Dios, dejando que Él dirija nuestras vidas, sólo
así el diablo huirá de nosotros.
Es importante recordar el otro gran consejo que nos dan las
escrituras cuando enfrentamos a Satanás: Huir de sus trampas y
tentaciones, tal como lo vemos en los siguientes pasajes.

Huir de la idolatría (1° Cor.10:14)
Huir del amor al dinero (1° Tim.6:10-11).
Huir de la fornicación (1° Cor.6:18-20)
Huir de las pasiones juveniles (2° Tim.2:22)
Si quieres derrotar a Satanás, ríndete a Dios.
El apóstol tiene las cosas claras por eso nos aconseja… “Hijitos,
ustedes son de Dios, y los han vencido, porque el que está en
ustedes es mayor que el que está en el mundo” (1° Juan 4:4).

Hno. Gunder.