
Hebreos 12:12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas
paralizadas;
12:13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo
cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.
12:14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá
al Señor.
12:15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de
Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella
muchos sean contaminados;
12:16 no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que
por una sola comida vendió su primogenitura.
En muchos de los parques nacionales de nuestro país existen
senderos, para que las personas puedan realizar caminatas o dar
un paseo en bicicleta. La forma en que se diseñan estos senderos,
busca destacar las rutas más panorámicas del parque, o donde
sus visitantes puedan admirar su biodiversidad.
Pero para que estos senderos fueran una realidad, fue necesario
que muchas personas trabajaran arduamente en su diseño y
construcción, ya que tuvieron de trazar el sendero, retirar árboles
y aplanar la superficie para que la mayoría de las personas pueda
transitarlos.
De forma similar, todos los creyentes son constructores de
caminos. Preparamos el sendero de la fe para la próxima
generación. La fidelidad de nuestra vida puede determinar cuán
difíciles serán esos senderos para nuevas generaciones.
Para llegar a ser un buen constructor, deberemos prestar atención
al consejo que encontramos en la Palabra de Dios. El escritor del
libro de hebreos nos invita a vivir en paz y a ser santos, separados
para Dios (hebreos 12:14), adicional a esto les pide no permitan
que las raíces de amargura crezcan y causen problemas (hebreo
12:15), en este mismo pasaje se nos insta a ser llevar a otros Su
mensaje de esperanza.
Todos los que hemos decidido seguir a Jesús, tenemos una deuda
de amor y gratitud, con aquellos que antes de nosotros
construyeron “sendas derechas” para nuestro andar en fe
(heb12:13).
A su vez es nuestra responsabilidad el recordar a las siguientes
generaciones, la necesidad de que ellos sigan compartiendo el
mensaje de salvación. Pongamos en práctica nuestra fe para que
seamos ejemplos de que Dios puede hacer por nosotros.
Una vida que se vive para Dios, deja un legado duradero, el amor
es un regalo de Dios. Tenemos una deuda de amor y gratitud con
Dios, este debe ser uno de nuestros regalos para Él.
La biblia dice… “enderecen para sus pies los caminos torcidos,
para que el cojo no sea desviado sino, más bien, sanado
(Heb12:13).
Espero tus comentarios.
Hno. Gunder.