AUN EN LA PEOR DE LAS TORMENTAS

Cantares 8:6 Ponme como un sello sobre tu corazón, como una
marca sobre tu brazo;
Porque fuerte es como la muerte el amor;
Duros como el Seol los celos;
Sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama.
8:7 Las muchas aguas no podrán apagar el amor,
Ni lo ahogarán los ríos.
Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor,
De cierto lo menospreciarían.
8:8 Tenemos una pequeña hermana,
Que no tiene pechos;
¿Qué haremos a nuestra hermana
Cuando de ella se hablare?
8:9 Si ella es muro,
Edificaremos sobre él un palacio de plata;
Si fuere puerta,
La guarneceremos con tablas de cedro.
En tiempos pasados era muy normal que los poblados se
establecieran a la orilla de corrientes de aguas conocidas, como,
por ejemplo: ríos, riachuelos o lagos.
Y en este caso no fue la excepción, cuando vieron aquel valle los
colonos se maravillaron debido a su verdor, y porque tenía un
pequeño río que cruzaba en medio de aquel hermoso sitio, así que
decidieron instalar sus hogares en aquel lugar paradisiaco.
Para facilitar el traslado de y hacia los diferentes puntos del valle,
construyeron un puente que les permitía cruzar fácilmente de un
lado al otro, todo esto aconteció en verano; sin embargo, meses
más tarde, durante una lluviosa tarde de invierno las condiciones
cambiaron y lo que antes era un calmado riachuelo, se convirtió en
un tormentoso y caudaloso río, el cual finalmente arrasó con el
puente que con tanto esmero habían construido.
¿Saben amigos (as)? … Las corrientes de aguas tienen el poder de
arrastrar y destruir todo lo que encuentran en su camino.  Pero,
hay algo que ni aun la peor inundación podrá destruir, me refiero al
amor.
Tal como lo registra Cantares 8:7: “Las poderosas aguas no
pueden apagar el amor ni lo pueden anegar los ríos”.  A pesar de
que el mundo haya tratado de pervertir la pureza del amor, si en
verdad queremos experimentar el amor en su plenitud, tenemos
que ir a la raíz del amor que es Dios mismo.

Es por eso que cuando nos parezca que todo está perdido y que la
decepción se apodera de todas las áreas de nuestra vida,
debemos de levantar nuestra cabeza y buscar a quien en verdad
nos sostiene, nos ayuda y nos recuerda que está ahí para amarnos
y abrir sus brazos para recibirnos como al hijo pródigo (Luc15:11).
Gracias Señor porque tu amor nos consuela aun en la peor de las
tormentas.
Tu para Dios vales mucho más de lo que imaginas. Dios te ama, de
eso puedes estar seguro… “En esto consiste el amor: no en que
nosotros hayamos amado a Dios sino en que él nos amó a nosotros
y envió a su Hijo en expiación por nuestros pecados.”
(1° Juan 4:10).

Hno. Gunder.