CIRCUITOS SOBRECARGADOS

Mateo 11:25 En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo,
Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas
cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los
niños.
11:26 Sí, Padre, porque así te agradó.
11:27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie
conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el
Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
11:28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo
os haré descansar.
11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy
manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras
almas;
11:30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
En toda instalación eléctrica adecuada existen los cortacircuitos,
disyuntores, interruptores automáticos o circuit breaker en inglés,
su función es simple, cortar el paso de la corriente eléctrica si se
cumplen determinadas condiciones, con esto se protegen los
equipos y todo el sistema eléctrico contra cortos circuitos o
sobrecargas peligrosas.
Es por esto que en ocasiones entran en funcionamiento o se
activan cuando se conectan muchos equipos a una sola toma
eléctrica, previniendo una sobrecarga del sistema.
¿Saben amigos (as)? … Algo similar nos puede pasar como
creyentes. Muchos creyentes creen que la vida cristiana es un
llamado interminable, maratónico y agotador de aventuras para
cumplir con la voluntad de Dios, pensando que el activismo es un
sinónimo de espiritualidad, y no es raro que tengan como uno de
sus versos favoritos: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
(Filipenses 4:13).  Pero más pronto de lo que imaginan, su gozo
inicial en el servicio se opaca al quedar cansados y estresados
cuando algunas de sus metas no empiezan a cumplirse, y les pasa
igual que una conexión sobrecargada, comienzan a presentarse
problemas en su vida. Porque todos tenemos un límite de energía.
Demasiadas veces he sentido que mis circuitos se sobrecargan y
que el cortacircuitos está por activarse. El cristianismo es una fe
en acción, pero también requiere de pausas, debe haber tiempo
para el descanso y la recarga de energía, tal como vemos en los
siguientes ejemplos:

Jesús les enseñó ese principio a sus discípulos (Marcos 6:31).
Marta tuvo que aprenderlo (Luc. 10:38).
A Moisés se le prometió (Ex. 33:14).
El Padre incluso lo dio como ejemplo (Gén 2:2) y también lo hizo el
Hijo (Luc. 5:15).
Al igual que los cortacircuitos han sido ingeniosamente diseñados
para que, cuando la carga eléctrica se encuentre muy pesada se
activen para protegernos del peligro, nosotros como creyentes
debemos estar conscientes de nuestras limitaciones y hacer
descansos, para que luego continuemos adelante con nuestra
misión de compartir el evangelio y lo que aprendemos con otros.
¿Cómo están tu vida y tus horarios? ¿Se encuentran en niveles
peligrosos? ¿Qué tienes que apagar?  ¿Cómo estás recargando tu
vida, estás orando, meditando en su Palabra, durmiendo las horas
adecuadas?
Recuerda no somos superhéroes, descansa en el Señor, deja que
Él te guíe para ser útil en su obra, recuerda las palabras del
maestro … “Vengan a mí, todos los que están fatigados y
cargados, y yo los haré descansar” (Mateo 11:28).

Hno. Gunder.