EL EDIFICIO O EL SITIO

Interior of an abandoned factory

2° Cor. 5:12 No nos recomendamos, pues, otra vez a vosotros, sino
os damos ocasión de gloriaros por nosotros, para que tengáis con
qué responder a los que se glorían en las apariencias y no en el
corazón.
5:13 Porque si estamos locos, es para Dios; y si somos cuerdos, es
para vosotros.
5:14 Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si
uno murió por todos, luego todos murieron;
5:15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí,
sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
5:16 De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie
conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la
carne, ya no lo conocemos así.
5:17 De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las
cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Un hombre de negocios estaba tratando de vender una antigua
fábrica. El edificio había estado vacante durante meses y había
degenerado bastante mal a su alrededor. Vándalos habían roto
muchas de las ventanas y habían destruido varias puertas y había
basura por todas partes.
Al estar mostrándole la propiedad a un posible comprador, el
empresario prometió: “Antes de que usted tome posesión, voy a
reparar las ventanas y puertas, verificaré la calefacción y el techo,
y haré que el lugar esté limpio.”
“No te molestes en eso”, le dijo el comprador. “Voy a poner una
nueva tienda aquí. Y no quiero que este viejo edificio, lo que busco
es el sitio”.
Nuestros esfuerzos para ganar la salvación son casi tan inútiles
como barrer una antigua fábrica y sustituir unas ventanas
quebradas antes de que la bola de demolición entre en acción.
Lo mejor de nuestras buenas obras nunca podrán satisfacer las
demandas justas de un Dios santo, y ganar nuestra salvación.
Necesitamos un cambio completo. Cuando se trata de la
salvación, Dios no quiere nuestros esfuerzos morales triviales. Él
quiere nuestra confianza en su amado Hijo.
Cuando nos arrepentimos y creemos en Jesús, Dios hace nuevas
todas las cosas (2 Cor. 5:17). Él no quiere el edificio antiguo. Se
interesa en el sitio y en la recepción de nuestro permiso para
construir sobre este una nueva vida, que sólo Él puede hacer.

Lo mejor que tengas para ofrecer o las obras que trates de hacer,
no pueden estar ni cerca de obtener, lo que Cristo quiere hacer en
ti.
La salvación no es tan sólo darle vuelta a una nueva página, es la
creación de una nueva vida… De modo que, si alguno está en
Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas
son hechas nuevas. (2° Co. 5:17).

Hno. Gunder.