TAN SOLO ES UN PASO MAS DE LA VIDA

Juan 5:24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y
cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a
condenación, más ha pasado de muerte a vida.
5:25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando
los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren
vivirán.
5:26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha
dado al Hijo el tener vida en sí mismo;
5:27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el
Hijo del Hombre.
5:28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos
los que están en los sepulcros oirán su voz;
5:29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida;
más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.
La mayoría de personas que no creen en Dios, niegan la realidad
de la vida después de la muerte. Ellos dicen que en la tumba
termina todo, y no sienten la necesidad de planificar para la
eternidad.
Hace algún tiempo, un incrédulo quería apoyar hasta la muerte
este punto, por lo que mando a incrustar estas palabras en su
lápida:
“Vestido elegantemente para la ocasión ¡Pero sin ningún lugar a
donde ir!”
¡Qué irónico! Es cierto que ponemos a las personas en sus mejores
ropas en su ataúd, o puede incluso se compran nuevas ropas.
Pero el Señor Jesús dejó en claro que sin lugar a dudas luego de
que morimos Si tenemos “un sitio donde ir” (Juan 5:25-29).
Cuando los creyentes mueren, sus cuerpos se depositan en el
suelo, no obstante, sus almas van a estar con el Señor (2 Cor. 5:8).
Cuando Cristo regrese, sus cuerpos serán resucitados y se
reunirán con sus almas, y van a “estar siempre con el Señor” en el
cielo (1. Tes. 4:17).
Los no creyentes también serán resucitados un día, pero será para
comparecer ante Cristo en su juicio final. Debido a que sus
nombres no se encuentran en el Libro de la Vida, serán enviados a
lo que la Biblia llama el «lago de fuego» (Apocalipsis 20:11).
Allí sufrirán el «castigo eterno» (Mateo 25:46) por su falta de
inacción, ante la oferta de salvación de Cristo.

¿Conque vestidos elegantemente, pero ningún lugar a donde ir?
Esa no es una buena frase, ¡Qué mal, para los que no entienden la
verdad bíblica! Estamos destinados para ir al cielo o al infierno,
dependiendo de que si o no, creamos en Cristo como nuestro
Salvador y Señor.
Si no has tomado la decisión de aceptar el plan de Salvación que
Dios te ofrece, no es excusa para decir que no sabes a dónde
quieres ir cuando mueras, esta es una decisión con implicaciones
eternas.
La muerte no es un callejón sin salida, sino tan sólo una etapa más
la vida activa. Antes de la vida eterna.

Hno. Gunder.