
Isaías 55:1 A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no
tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero
y sin precio, vino y leche.
55:2 ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro
trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien,
y se deleitará vuestra alma con grosura.
55:3 Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma;
y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.
55:4 He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por
maestro a las naciones.
55:5 He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no
te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del
Santo de Israel que te ha honrado.
55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en
tanto que está cercano.
Sin duda el dinero forma parte de tu vida, sin él no podrías suplir
tus necesidades, ni tampoco podrías comprar algunas cosas no
tan indispensables, pero que te facilitan la vida.
Lo cierto es que, sin embargo, hay cosas que como dice un
anuncio muy conocido de tarjetas de crédito, el dinero no puede
comprar, por ejemplo: puede comprar fama, pero no un aprecio
real; puede comprar elogios, pero no el respeto de quienes en
verdad te conocen.
Y hay una cosa más entre muchas que el dinero no puede comprar,
sin importar cuánto dinero, posición e influencia tengas, no
puedes comprar el perdón de tus pecados y la vida eterna en
Cristo Jesús, tal como lo quiso comprar Simón el mago (He.8:18).
Sin importar cuánto te esfuerces o cuánto tengas, no hay nada en
este mundo que pueda comprar la bendición del perdón de Dios.
A pesar que esto pueda entristecer a algunos, existen buenas
noticias, la salvación está al alcance de una simple oración:
Rom. 10:9 “que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y si
crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos,
serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, y con la
boca se hace confesión para salvación”.
Si aún no has depositado tu fe en Jesús, hoy puede ser un buen día
para confiar en Dios… Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron,
a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos
de Dios). La puerta al perdón se abrirá con el llamado de la fe.
Hno. Gunder.