Cuantas veces ya he escuchado esta frase. “Ya quiero salir de esta situación” … “ya quiero saber lo que debo hacer” … “ya no da gusto estar de esta manera”.
En Génesis capítulo 37 en adelante, tenemos la historia de José. Un joven poco afortunado diríamos, si vemos el comienzo de la historia. Era el hijo menor de una numerosa Familia, en casa era mimado por el padre, mientras los demás hermanos trabajaban todo el día. Los hermanos se hartaron y lo vendieron como esclavo.
Ahí comenzó la vida difícil como esclavo, solo en una tierra lejana, pero José se mantuvo fiel a su Dios, de quien él esperaba una ayuda. Era tentado por mujeres ajenas, arrojado a la cárcel injustamente. Olvidados por aquellas personas a quienes él ayudo en la cárcel. Parece que ya no podía caer más profundo.
Es probable que José se lamentó más de una ocasión por el trato de sus hermanos. Suplicó a Dios que lo librara de la prisión y también de la opresión en Egipto. Pero con la persistencia en la fe en Dios, Él actuó su tiempo y le pone a José en el poder más alto del gobierno del rey Faraón.
¿Pero cuantas veces José había pronunciado esta frase, ya quiero salir de esto, hasta cuando voy a estar así? Pero nunca se rindió, no se alejó de su principio que tenía en Dios, siempre se mantuvo firme pesar de todos los problemas que le tocó vivir, porque el Todopoderoso estaba con él, y él no perdió la fe y la esperanza de un día mejor, además buscaba la voluntad de su Dios para tomar el camino correcto. Recuerda esta frase sabía que alguien lo escribió así, ¡puedes aprender más de las situaciones difíciles que de los triunfos
¿Cuántas veces has estado en aprietos, en situaciones donde al parecer no hay salida? ¿Cómo reaccionaste ante estas situaciones? ¿Estás buscando sólo como puedes salir de esto, o le pides a Dios que te muestre el camino correcto?
El Salmo 57 es una súplica que el salmista eleva a Dios: “Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; Porque en ti ha confiado mi alma, Y en la sombra de tus alas me ampararé Hasta que pasen los quebrantos.
2 clamaré al Dios Altísimo, Al Dios que me favorece.
3 El enviará desde los cielos, y me salvará De la infamia del que me acosa Dios enviará su misericordia y su verdad ahora y siempre, amen.
Solo Jesús tiene palabra de vida eterna, en El estamos seguros, caminemos con Jesús porque es… camino, verdad y vida.
Hno. Gunder.
