¿ESTAS AGRADECIDO CON DIOS?

Romanos 1:21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.

1:22 Profesando ser sabios, se hicieron necios,

1:23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.

1:24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,

1:25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que, al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.

Siempre es bueno tomarse un tiempo para agradecer en familia las bendiciones que hemos recibido de Dios, un ejemplo de ello es lo que originó hace ya muchos años, el primer día de acción de gracias, donde luego de haber pasado por situaciones extremas, pérdida de seres queridos y suministros escasos, los primeros colonos ingleses en lugar de quejarse por todo lo que les estaba pasando, escogieron compartir una comida como gratitud a los indígenas quienes les habían ayudado a sobrevivir.

También es bien sabido que, a causa del consumismo y materialismo, la celebración poco a poco ha ido cambiando su razón de ser y se ha degenerado en la cena previa con el fin de tomar energía para la gran venta del año: el viernes negro. El agradecimiento por un año más, ha sido sustituido por el día que como familia muchos dedican para criticar, quejarse por algo de la cena que no les gustó, por las enfermedades, el mal día que tuvieron con el jefe, porque no hubo aumento de salario,

o en el caso de los adolescentes porque los dejó el amor de sus sueños, entre otros.

La razón de esto es que nos hemos convertido en una generación mimada, que se ha olvidado de dar gracias y de reconocer que aun las cosas más pequeñas dependen de Dios y no del intelecto o del dinero, ejemplo de ello es la salud.

El autor y evangelista Billy Graham, escribió las siguientes palabras: “La ingratitud es un pecado, tan cierto como lo es mentir, robar, ser inmoral o cualquier otro pecado que la Biblia condene”, el apóstol Pablo dijo en Romanos 1:21: “Porque habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias; más bien, se hicieron vanos en sus razonamientos, y su insensato corazón fue entenebrecido”.

Graham añadió: “Si hay algo que nos convierte en personas amargadas, egoístas e insatisfechas es un corazón desagradecido. Y si hay algo que va a restaurar el contentamiento y el gozo de nuestra salvación es un verdadero espíritu de gratitud”. ¿Estas agradecido con Dios?

La gratitud es una actitud que honra a Dios.

“Sin embargo, grande ganancia es la piedad con contentamiento.” (1 Timoteo 6:6)

Hno. Gunder.