Deuteronomio 6:1 Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla;
6:2 para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados.
6:3 Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres.
6:4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
6:5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Este fin de semana para distraerme un poco, vi una película en la tv, que tenia una trama bien especial. Luego de realizar una parada para echar gasolina a su casa rodante, un hombre condujo cinco horas antes de notar que había dejado a alguien atrás: a su esposa. El número de teléfono estaba a su lado, es por ello que cuando llegó a la ciudad más próxima, pidió ayuda a la policía para comunicarse de inmediato con ella. El hombre estaba muy avergonzado porque no había notado su ausencia.
Personalmente me parece increíble que este hombre pudiera haber olvidado a su esposa, pero si hacemos una comparación, nosotros no somos nada diferentes, cuando hablamos de nuestra relación con Dios. En la realidad la mayoría de las veces no recordamos, ni involucramos a Dios en nuestras vidas.
Cuando vemos a Israel y observamos la relación que tenemos con Dios, nos damos cuenta que tampoco somos muy diferentes a ellos; y al igual que a ellos, Dios nos recomienda lo siguiente:
• Enfócate en el verdadero propósito de la vida y mantén tus prioridades en orden (Deut. 6:4-5).
• La Biblia debe llegar a ser parte de lo que piensas, sientes y haces (Deut.6:6).
• Háblales a tus hijos de Dios y propicias oportunidades para hablarles de Su Amor (Deut.6:7).
• Escribe Su Palabra, y ponla en donde la veas con frecuencia, ya sea en tu casa, trabajo, teléfono, redes sociales, etc. (Deut.6:8-9).
• No tienes que limitar tu relación con Dios a los momentos de tensión, peligro, tristeza o enfermedad; debes tener un corazón agradecido por las bendiciones recibidas a diario (Deut.6:10-11).
Haciendo esto, mantendrás a Dios más presente en tu vida y no lo olvidarás en la primera estación de servicio en la que te detengas.
Debemos estar conscientes de Su presencia en nuestra vida, sólo así tendremos comunión diaria con Él.
Si te parece que Dios está lejos, ¿quién crees que fue el que se alejó?
Dice la palabra de Dios… “Entonces ten cuidado; no sea que te olvides del SEÑOR que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud.” Deut.6:12
Hno. Gunder.
