POCOS PREPARADOS PARA EL VIAJE

Mateo 14:13 Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades.

14:14 Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos.

14:15 Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer.

14:16 Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer.

14:17 Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces.

14:18 Él les dijo: Traédmelos acá.

Es normal que cuando salimos de paseo en un viaje largo en automóvil, llevemos algún tipo de merienda para comer y tomar durante el trayecto, y esto es aún más necesario cuando nos acompañan niños pequeños.

Es por ello que resulta muy llamativo el caso de las personas que viajaron desde sus aldeas a los lugares donde estaba sirviendo Jesús junto al mar de Galilea. En una de esas situaciones se reunieron más de 5000 hombres sin contar mujeres y niños (Mat 14:21). Estas personas no planificaron su viaje, o al menos no esperaban que su viaje para ver a Jesús durara tanto tiempo, no se nos da una repuesta sobre el por qué estas personas hicieron eso.

Pero, lo que sí sabemos, es que una madre sí había preparado algo de pan y pescado para su hijo. No era mucho, pero, lo que preparó sirvió para que el Señor pudiera alimentar milagrosamente a esa inmensa cantidad de personas.

Hay una verdad en esta vida, por más que tratemos de prepararnos, siempre habrá eventos que se escapen de nuestro control, así que lo inesperado es para lo que debemos estar preparados.

No podemos entrar en pánico ni paralizarnos por este tipo de circunstancias, es por ello que en esos momentos debemos descansar en la misericordia de Dios y en su capacidad de suplir para nuestras necesidades espirituales y físicas.

Nuestro Dios nos dará la gracia suficiente para enfrentar cualquier situación que se nos presente.

No hemos puesto nuestra fe en los hombres, hemos puesto nuestra fe en un Dios vivo y Todopoderoso.

El apóstol Pablo enseña que … Mi Dios, pues, suplirá toda necesidad de ustedes conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19).

Hno. Gunder.