CRUZAR EL VELO

Lucas 23:39 Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.

23:40 Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación?

23:41 Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; más éste ningún mal hizo.

23:42 Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.

23:43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

23:44 Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.

23:45 Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad.

El pastor y escritor Erwin Lutzer escribió: «En cuanto te deslices detrás del velo rasgado, te encontrarás disfrutando de una bienvenida personal por parte de Cristo o percibiendo el primer atisbo de condenación, como nunca antes experimentaste. Sea como sea, tu futuro estará irrevocablemente determinado y permanecerá eternamente inmutable».

El apóstol Lucas registró un breve pero importante relato que describe a dos hombres que están a punto de atravesar el velo de la muerte. Cuando Jesús fue crucificado, dos hombres fueron colgados junto a Él. Según Marcos15:32, ambos lo insultaban.

Sin embargo, el corazón de uno de los ladrones fue transformado al darse cuenta de que Jesús era inocente, de que él era pecador y de cuál era su destino. Entonces, reprendió al otro ladrón y le pidió al Señor que se acordara de él cuando viniera en Su reino. Estas palabras fueron una señal de arrepentimiento y de fe sencilla. Jesús respondió: «De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lucas 23:43). Ese hombre fue salvo de inmediato. Ese día supo dónde pasaría la eternidad.

¡¡¡Amigos(as)!!! Reconocer que somos pecadores y colocar nuestra confianza en la muerte y la resurrección de Cristo, nos asegura poder saber de inmediato; dónde pasaremos nuestros mañanas por toda la eternidad, una vez que nos deslicemos detrás del velo rasgado.

¿Qué te parece? Puedes hoy mismo estar tranquilo, que cuando llegue el momento de cruzar el velo, sabrás exactamente donde estarás.

Tan sólo deposita tu confianza en Jesús…EL no te defraudará.

Hno. Gunder.