LAS MATEMACTICAS DE DIOS

Lucas 21:1 Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas.

21:2 Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas.

21:3 Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos.

21:4 Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; más ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía.

Entre los atrios de las mujeres y los gentiles, se ubicaba la Puerta Hermosa, cerca de ahí se habían ubicado trece bolsas para las ofrendas a las que llamaban “las Trompetas” por la forma que tenían. Lo recolectado en cada una de ellas tenía un fin específico, ya fuere comprar grano, vino o aceite para los sacrificios, y también realizar actos de caridad, para viudas o personas en dificultad.

La matemática de Dios en torno a la economía, en ocasiones es un tanto diferente a la nuestra, Dios no ve la cantidad, Dios ve la intencionalidad del corazón, y este es un ejemplo de esta matemática tan particular.

La historia nos cuenta que el Señor observaba mientras llegaban tanto los ricos como los pobres a dar sus ofrendas, y destacó dos situaciones en particular: los ricos echando mucho dinero y una viuda pobre quien echó dos monedas de cobre, las de más baja denominación existente (el equivalente a 1/64 parte de un denario que era el sueldo de un día de trabajo).

El Maestro les asegura a sus discípulos que esta viuda pobre dio más que estos ricos arrogantes, ya que ellos lo que hacían era dar lo que les sobraba de su supuesta abundancia, más la mujer había sido tan caritativa que había dado lo que tenía, lo que necesitaba para su sustento, y no se alimentaría hasta que consiguiera más dinero, ella demostró una dependencia total de Dios.

Cuán gran ejemplo nos brinda la viuda sobre lo sacrificial que deben ser nuestras ofrendas, ya que demuestran nuestro agradecimiento para con Dios.

 Ahora por supuesto cabe la gran pregunta ¿Dependes de Dios o de tus riquezas?

Hno. Gunder